Aprobación del traslado de los molinos de pólvora de Cervera a Ruidera

El 19 de febrero de 1782 Carlos III, rey de España, aprobó mediante real orden el traslado de los molinos de pólvora que se hallaban cerca del castillo de Cervera al pie de las Lagunas de Ruidera, destacando las utilidades que de ello se derivarán para los pueblos y gentes del Gran Priorato de San Juan.

El mandato real sentó las bases sobre las que se tendría que materializar la futura cesión del sitio de Ruidera al Gran Priorato y la construcción en su término de una real fábrica de pólvora.

  • Que se transfirieran las máquinas de los cuatro molinos de pólvora de Cervera al pie de las Lagunas de Ruidera.
  • Que dichas máquinas se establecieran en dos de los cuatro molinos harineros que la Mesa Maestral de Santiago poseía en Ruidera, costeando el infante don Gabriel todos los gastos de la mudanza y el establecimiento de cuatro máquinas iguales a las de Cervera hasta ponerlas corrientes.
  • Que se construyeran en el sitio de Ruidera iguales oficinas, cercas, casas y demás obras que las que existían en Cervera para la elaboración de la pólvora.
  • Que todo lo anterior se ejecutase de cuenta del infante con la mayor brevedad posible para que, concluidas las obras, se pudieran trasladar y establecer las cuatro máquinas en los dos molinos referidos.
  • Que si fuese necesario aumentar algunas máquinas más en Ruidera, serían de cuenta de don Gabriel y la Real Hacienda le recompensaría su valor.
Carlos III (1)

Reconocimiento y aprecio del Real Sitio de Ruidera

Inmediatamente las partes interesadas en la operación, el infante don Gabriel, la Mesa Maestral de Santiago y la Real Hacienda, se pusieron manos a la obra para cumplir, en el menor tiempo posible, la voluntad real.

Órdenes y llegada a Ruidera

José de Vizcaya, tesorero general de los Maestrazgos, envío a Vicente Joaquín de Contreras, contador juez conservador de las rentas de la Mesa Maestral de Villanueva de los Infantes, copia de la orden del rey, previniéndole que, cuando tuviera aviso de la parte del infante don Gabriel, se desplazara hasta Ruidera y pusiera a disposición del hijo del rey las propiedades, pertrechos y utensilios del sitio de Ruidera, previo inventario y aprecio. También le notificó la comisión conferida por el infante a Carlos Herrero, administrador de Argamasilla de Alba y comisionado del infante para tomar posesión de en su nombre del Real Sitio de Ruidera.

El día 12 de marzo Contreras emitió dos despachos. Uno dirigido a los arrendatarios de Ruidera, haciéndoles saber que, en observancia de real resolución, era indispensable que entregasen a la Mesa los molinos, batanes y demás pertrechos arrendados en Ruidera para, en seguida, hacer lo propio al infante don Gabriel. Y otro a la justicia de la villa de Alhambra, al hallarse las propiedades objeto de la real orden en los territorios de su jurisdicción. Ambas partes contestaron asintiendo en su cumplimiento con la mayor celeridad posible.

Al día siguiente Contreras, acompañado del escribano Juan Bautista Ibáñez y de varios peritos, se constituyó en audiencia trasladándose al pie de las Lagunas de Ruidera para dar principio al reconocimiento y tasa de los pertrechos y enseres de los bienes que la Mesa Maestral poseía en el Sitio de Ruidera.

Ruidera en 1852
Ruidera en 1852 (2)

Reconocimiento de los bienes y enseres de la Mesa Maestral

Llegados a Ruidera, y aprovechando que todos se encontraban en aquel lugar, Contreras notificó a Francisco Estacio, Manuel Jiménez, Juan Francisco Martínez y Juan Moreno de Ramos, arrendatarios de los molinos y demás rentas de Ruidera, el nombramiento de los peritos realizado días atrás en Villanueva de los Infantes. Todos aceptaron a los maestros nombrados y suplicaron se procediera al aprecio según la voluntad del rey.

Por la mañana del día 14 de marzo, el contador juez recibió juramento en forma de derecho de los peritos nombrados para el aprecio: Juan Pinar, maestro alarife, José Eduardo Pacheco, maestro herrero, y Alfonso de Soto, maestro carretero.

A continuación y bajo su cargo, comenzaron el reconocimiento de los bienes, enseres y pertrechos que la Mesa Maestral de Santiago poseía en el Real Sitio de Ruidera, visitando en primer lugar la casa llamada del Rey para continuar con los molinos, batanes y el resto de bienes del real sitio.

El reconocimiento realizado el 14 de marzo de 1782 es un testimonio imprescindible para conocer el estado en el que se encontraba el Real Sitio de Ruidera cuatro días antes de su entrega al Gran Priorato de San Juan

Ruidera en 1925
Vista general de Ruidera en 1925 (3)

Finalización del aprecio

Terminado el reconocimiento y tasa de los enseres y pertrechos propiedad de la Mesa Maestral en el real sitio, el escribano entregó a las partes intervinientes el testimonio de las actuaciones que se acababan de practicar.

Carlos Herrero, llegó a Ruidera el 17 de marzo. Ese mismo día recibió carta de Contreras informándole que tenía orden para proceder a la entrega de los bienes de aquel sitio. Por su parte, el escribano Cristóbal Flores, en nombre del infante don Gabriel, requirió formalmente al contador maestral para proceder a dicha entrega.

Se habían cumplido todos los requisitos formales y materiales dispuestos por la voluntad real. Era el momento de llevar a efecto el acto formal de entrega de las posesiones del antiguo heredamiento santiaguista de Ruidera al infante don Gabriel, como gran prior de la Orden de San Juan en Castilla y León.

Entrega y posesión del Sitio de Ruidera al infante don Gabriel

El día 18 de marzo de 1782, Contreras, en nombre de su majestad, entregó formalmente todas las pertenencias del real sitio de Ruidera, inventariadas y apreciadas, a Carlos Herrero, comisionado por parte del infante para recibirlas en su nombre, que se dió por contento y otorgó formal recibo de lo recibido.

Contreras, Herrero, el escribano y varios testigos visitaron nuevamente la Casa del Rey, los molinos, batanes y demás propiedades y pertrechos objeto de la cesión. El contador santiaguista tomó de la mano al administrador de Argamasilla de Alba, lo entró y paseó por ellos, mandándole que abriera y cerrase puertas, echase tierra al aire e hiciera otros actos calificativos de real y verdadera posesión.

Así lo hizo Herrero, que tomó posesión real, actual, corporal, quieta y pacíficamente, sin contradicción de persona alguna, de las fincas, propiedades y demás bienes contenidos en los inventarios realizados, a cuyo acto asistieron como testigos los arrendatarios, a los que el escribano notificó personalmente un auto para que inmediatamente cesaran en el uso de su arriendo según lo resuelto por el rey.

Infante don Gabriel (4)

La Casa del Rey, molinos y batanes de Ruidera en el reconocimiento de 1782

La descripción de los bienes, pertrechos y enseres objeto del reconocimiento realizado el 14 de marzo de 1784 está recogida en el estudio histórico titulado «La Casa del Rey, molinos y batanes de Ruidera en el reconocimiento y aprecio de 178» incluido en la «Revista de Estudios del Campo de Montiel» (RECM), publicación científica del Centro de Estudios del Campo de Montiel, institución dedicada a la investigación y desarrollo de la comarca del Campo de Montiel en distintos temas como la historia y arqueología, literatura, musicología,  etnografía y folklore, ecología, economía, sociología, geografía, biología, etc.

Si estás interesado en conocer con detalle el estado del Real Sitio de Ruidera en el año 1782 puedes descargar el texto completo del artículo en el siguiente enlace:


Imagen de portada. VILLANUEVA, J. Plan geográfico del entorno del Ruidera. Biblioteca Nacional de España. Signatura DIB/18/1/4407, 1782.
(1) Carlos III de Anton Raphael Mengs, Museo Nacional del Prado, 1765.
(2) CASTRO, C.M. Reconocimiento del río Guadiana. Año 1852. Plano de las Lagunas de Ruidera. Centro Geográfico del Ejército. Índice de Atlas Universales y Mapas y Planos Históricos de España. p. 239.
(3) DOTOR, A. Vista General de Ruidera, al fondo la Laguna del Rey. Ruidera, el famoso lugar manchego de los lagos maravillosos, 1925.
(4) Infante don Gabriel de Borbón de Anton Raphael Mengs, Museo Nacional del Prado, 1765.
(5) SEVILLANO, B. La Casa del Rey, molinos y batanes de Ruidera en el reconocimiento y aprecio de 1782, Revista de Estudios del Campo de Montiel, 6, pp. 207-238, 2019.