Quijote

Don Quijote de La Mancha, hidalgo de las Lagunas de Ruidera La cueva de Montesinos es el escenario y el centro en torno al que gira los capítulos XXII y XXIII de El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha. Después de asistir en el capítulo anterior al feliz matrimonio entre Quiteria y Basilio en la aventura de las frustrados esposorios de Camacho, Don Quijote quiere probar su valentía una vez más bajando a la cueva de Montesinos, tenida como una de las simas más profundas jamás conocida en la época. Con vos, y conmigo, y con Guadiana, vuestro escudero, y con la dueña Ruidera y sus siete hijas y dos sobrinas, y con otros muchos de vuestros conocidos y amigos, nos tiene aquí encantados el sabio Merlín dellas, las convirtió en otras tantas lagunas, que ahora, en el mundo de los vivos y en la provincia de la Mancha, las llaman las lagunas de Ruidera; las siete son de los reyes de España, y las dos sobrinas, de los caballeros de una orden santísima, que llamaban de San Juan.