Las caleras tradicionales del Alto Guadiana respondieron durante siglos a las necesidades inmediatas de las poblaciones rurales cercanas.
Las caleras tradicionales eran pequeñas estructuras de mampostería refractaria con una boca de carga y una bóveda interior constituida por piedras calizas colocadas ordenadamente y a la que se prendía fuego una vez cargada de fajos de leña a modo de combustible.
La orografía del valle del valle del Alto Guadiana permitía que las caleras se construyesen contra un talud lo que favorecía su carga y su vaciado por parte del calero.
La ubicación de las caleras guardaba estrecha relación con los rodales de matorral, principalmente chasca de encina y romero, combustible imprescindible para la calcinación de la caliza. También se radicaban en base a un buen estrato o veta de piedra fácil de extraer y acarrear; reduciéndose el transporte, en la mayoría de los casos, a unos cuantos volteos de las rocas desde cotas más altas, aledañas al vaso.
Calera que nunca fue quemada y conserva toda su estructura
Elaborar la cal, o hacer una calera, era un trabajo duro que requería mucha dedicación
Las últimas caleras del Alto Guadiana se quemaron en el año 1969
Recuerdos de un oficio centenario que no debe descansar en el olvido
© 2021 Ruidera treasures — Funciona gracias a WordPress
Tema realizado por Anders Noren — Ir arriba ↑
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.