Juan Gómez González, conocido universalmente como «Juanito», nació en Fuengirola el 10 de noviembre de 1954. Es recordado como uno de los jugadores más queridos y carismáticos del Real Madrid Club de Fútbol, entidad con la que consiguió sus mayores logros y reconocimientos deportivos.

Juanito futbolista del Real Madrid

Debutó como profesional en el Burgos Club de Fútbol hasta que lo fichó el Real Madrid en diciembre de 1976. Permaneció en la primera plantilla del equipo merengue durante diez temporadas entre los años 1977 y 1987, convirtiéndose en un todo un mito para su afición. Tras salir del club de su vida firmó por dos temporadas con el Club Deportivo Málaga, donde contribuyó en su ascenso a la Primera División. Después de jugar en el Ruidera Club de Fútbol ”se cortó la coleta” en el C.D. Los Boliches de Fuengirola, su ciudad natal.

Juanito pregonero de Ruidera

Juanito pregonero

Entre sus numerosos títulos conquistados con el equipo merengue destacan por su importancia 5 campeonatos de liga y  2 Copas de la UEFA en los años 1985 y 1986. También fue subcampeón de la Copa de Europa en 1981 y de la Recopa de Europa en 1983. En la temporada 1983-84 se proclamó Pichichi de primera división. Juanito fue internacional en 34 ocasiones anotando 9 goles con la selección española.

Juan Gómez «Juanito» falleció en un desgraciado accidente de tráfico el 2 de abril de 1992 cuando regresaba a la ciudad extremeña de Mérida donde entrenaba al equipo de la ciudad, poco después de presenciar un partido entre su Real Madrid y el equipo italiano del Torino.

Desde entonces, el Bernabéu le homenajea con el cántico «¡Illa, illa, illa, Juanito maravilla!» durante el minuto 7 de todos los partidos, el número que siempre llevó a la espalda.

Un fichaje galáctico

A mediados de los años 80 el hidalgo don Juan quedó hechizado, como le sucedió siglos atrás al caballero don Quijote, de los encantos y embrujos de las Lagunas de Ruidera. Durante varios estíos, y hasta que aquel accidente nos lo arrebatató de forma tan cruel como inesperada, era recurrente su presencia en las lagunas cuando sus numerosas ocupaciones se lo permitían. El primer año se alojó en el Hotel Albamanjón, al pie de la laguna San Pedro, y los siguientes en el Mesón de Juan, en la población de Ruidera.

Tal era su empatía con las gentes y el entorno de las lagunas que la corporación municipal de Ruidera le propuso en el verano del año 1990 que fuera el pregonero de las fiestas que anualmente se celebran en honor a Nuestra Señora de la Blanca. Juanito no dudó y aceptó orgulloso. Todavía recuerdan en el Mesón como se subió a una de las sillas de la cocina, cogió un cuchillo a modo de micrófono, y recitó en voz alta el borrador del pregón que estaba preparando, pidiendo su opinión a cocineras y camareros.

El día que Juanito vistió la camiseta del Ruidera

Así se cerró del fichaje de Juanito

Uno de los puntos fuertes del programa de las fiestas de cada año era el tradicional trofeo de de fútbol de ferias. Se jugaba a partido único y ese año el equipo rival era el de la villa vecina de La Solana, conjunto de una categoría superior al Ruidera, que militaba en la tercera división preferente. Ante tamaño reto el equipo anfitrión debía encontrar refuerzos. Juan, uno de sus mejores amigos ruidereños, se adelantó a otros muchos equipos que suspiraban por contar en sus filas con el extremo malagueño, y no cesó en su empeño hasta conseguir que Juanito vistiera la zamarra ruidereña.

El día que Juanito vistió la camiseta del Ruidera

El 14 de agosto por la noche, víspera de la fiesta de la Virgen, Juanito pronunció el pregón de ferias sobre el escenario levantado en la plaza de Ruidera, ante la mirada de una gran multitud de ruidereños, veraneantes y amantes del futbol que se habían desplazado desde las localidades cercanas para ver de cerca a su ídolo. Al terminar el acto, Juan atendió gustosamente a cuantos se acercaron a saludarle. Una vuelta por la feria y a la cama…. al día siguiente sería su debut como jugador del Ruidera Club de Futbol.

El día 15 de agosto de 1990 la expectación era máxima en el vetusto estadio de “Las Eras”, único coliseo futbolístico del mundo levantado sobre una represa tobácea en mitad de una cañada real trashumante.

Minutos antes del comienzo del encuentro, en el vestuario local conocido como «el Teleclub», Manolo el mister daba las últimas instrucciones a sus muchachos “¡A calentar, chicos, a calentar!” Juanito le miró esbozando una sonrisa y le dijo “¡Manolo yo estoy más caliente que un brasero de picón!”

Pero el corazón de Juanito era más grande que una laguna y, antes de saltar al terreno de juego, aún tuvo tiempo para percatarse de que su compañero Juan Carlos lucía en ambas rodillas dos aparatosas rodilleras. Enseguida se interesó y le aconsejó que debía llevarlas abiertas por la parte delantera. Sin perder un minuto, el propio Juanito cogió unas tijeras y se las cortó, prometiéndole que la próxima vez que jugaran juntos le traería unas nuevas cómo las que él utilizaba. En la imagen de portada pueden apreciarse las rodilleras “agujereadas” del bravo central ruidereño.

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Primera parte de la crónica histórica deportiva «El día que Juanito vistió la camiseta del Ruidera».


Mi agradecimiento a Juan artífice del fichaje galáctico, y a Juan Antonio, Juan Carlos, Santiago y Alejandro componentes de aquella mítica plantilla del Ruidera C.F. sin cuyos recuerdos nunca habría sido posible escribir estas líneas.