Si en China se levanta milenaria la Gran Muralla y en el norte de Poniente se extiende inmemorial el Muro que separa los Siete Reinos de las tierras salvajes, en las Lagunas de Ruidera se alza centenario, más modesto y de menores dimensiones, el canal de derivación de la antigua central hidroeléctrica de El Ossero, magnífico testimonio de la arquitectura industrial española de principios del siglo XX.
La Gran Muralla
Hiperbólica comparación que si sirve para poner de manifiesto la silenciosa grandeza de la «Gran Muralla de las Lagunas» habrá cumplido su cometido.
Después de caminar por la historia cartográfica y fotográfica del canal en el anterior artículo ahora vamos a tratar sobre su trazado, diseño y construcción.
Levantado en la primera mitad del siglo XX, cuando se construyó la central a la que alimenta, fue descrito en dicha centuria como una construcción de madera y cemento con una longitud de un kilómetro. (1)
«Y de dicha presa parte un canal de un kilómetro de longitud, construido como la presa, de madera y cemento, que conduce el agua hasta la cámara de carga, de donde sale una tubería de palastros que lleva el agua hasta la turbina»
Trazado del canal
Las conducciones de agua deben ser lo más rectas y lisas posibles para reducir al mínimo las pérdidas por fricción, necesitando además un sistema para regular el caudal compuesto por compuertas o válvulas. El canal de El Ossero tiene la toma de aguas perpendicular a la presa que corona la balsa que remansa las aguas del río, donde se encuentra una compuerta deslizante vertical que permite el ingreso de las aguas en dicho canal.
Su trazado tiene inicialmente una dirección perpendicular al valle, después discurre de modo paralelo a la vega para regresar al valle terminando en la cámara de presión
Cuando se proyectó en los años 20 del siglo pasado ya existía el canal del antiguo molino harinero sobre el que se construyó el edificio de la central. Era de una longitud más reducida ya que, al no exigir tanto desnivel, discurría en posiciones menos elevadas por el segmento bajo de la ladera. En la imagen anterior pueden distinguirse los trazados de los dos canales.
Obra y construcción
El canal es un conducto abierto que guía el agua desde la toma hasta la cámara de carga. En este tipo de canales a cielo abierto la libre circulación del agua se debe a ligerísimos desniveles, dando origen a velocidades del agua muy pequeñas, del orden de 1 m/s, por lo que no existen, prácticamente, pérdidas de carga.
Existen principalmente tres formas de construcción de un canal de derivación en función de las condiciones de servicio y las características del terreno: «en desmonte» excavando el terreno, «a media ladera» excavando a un lado y terraplén al otro, y «en terraplén» con obra de fábrica a ambos lados.
El paraje de El Ossero, valle donde se levanta el canal, no cuenta con montañas que permitan la construcción en desmonte, excavando la ladera por un lado y disponiendo un terraplén al otro, como se construyó gran parte del canal de la central de Santa Elena que en sus más de 3 kilómetros de recorrido conduce las aguas de la laguna San Pedro hasta la central situada en la barrera que separa las lagunas Batana y Colgada.
El canal de El Ossero se construyó parte «en desmonte», excavando el terreno, solución que es la más segura a efectos de la estabilidad y de la aminoración de filtraciones, y parte «en terraplén» con obra de fábrica a ambos lados
Este tipo de obra conocida como «en terraplén» a la que se recurre sólo excepcionalmente porque es la más costosa y porque, para que la estabilidad tenga las debidas condiciones, debe consolidarse por medio de contrafuertes o cimientos, se utilizó en dos tramos del canal: uno paralelo al cauce del río y otro, de menores dimensiones, cercano a la cámara de presión.
El resto del trazado del canal se construyó «en desmonte» excavando el terreno, debido a la orografía plana de los terrenos por donde discurre, con varios tramos en curva como el que vemos en la imagen siguiente. Varios puentes permiten cruzar de un lado a otro por encima de las aguas.
El caudal que transita por un canal depende de su sección transversal, su pendiente y su rugosidad. El vaso del canal presenta una sección rectangular, enmarcada a ambos lados por dos muros de mampostería de medio metro de grosor que conducen las aguas hasta la cámara de presión.
Su interior está recubierto de algún tipo de mortero hidráulico quedando a la vista la mampostería de la zona exterior. La anchura del vaso es de 60 cm. aproximadamente, manteniéndose constante en todo su recorrido, y la profundidad que se acerca al metro (la ingente suciedad, maleza y basuras acumuladas durante casi medio siglo de abandono hace difícil calcular la profundidad con exactitud).
Toda conducción de aguas debe tener algún sistema para el control y regulación del caudal. El de El Ossero todavía conserva a lo largo de su trazado, oxidados y en un precario estado de conservación, diversos elementos metálicos, válvulas de alivio, que en la parte baja del vaso servían para disminuir el nivel del agua en caso de avenidas o aumentos del caudal no esperados. Una de ellas todavía conserva un volante horizontal, mecanismo mediante el cual los operarios de la central la abrían y cerraban manualmente.
Contrafuertes a ambos lados
Los dos tramos del canal construidos en terraplén están consolidados por una serie de contrafuertes gemelos dispuestos a ambos lados. Su función es la de dotar de la debida estabilidad a toda la construcción, permanentemente sometida a las presiones del agua en movimiento.
En el tramo central, el de mayores dimensiones y altura, 33 contrafuertes en el lado de poniente y 32 en el opuesto dispuestos cada 3,50 metros aproximadamente, convierten al conjunto en una de las muestras más emblemáticas del patrimonio industrial del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera
Los contrafuertes están construidos, como el resto del canal, con mampostería ordinaria trabada con mortero. De sección es variable, más anchos en la parte inferior y más estrechos arriba, cubren verticalmente prácticamente toda la obra de los muros llegando casi al borde del vaso. Sus medidas varían según las dimensiones del tramo del canal. En la zona próxima al paso conocido como el acueducto de El Ossero su altura supera ámpliamente los 3 metros. La anchura más común algo más de 2 metros y la sección a ras del suelo se acerca a 1,50 metros.
El aceptable estado de conservación en el que se encuentra hace albergar esperanzas de que una acción de limpieza y consolidación pueda hacer disfrutar de la Gran Muralla de las Lagunas de Ruidera a las futuras generaciones
Mi agradecimiento a David Cejudo por su labor como asesor de Ruidera treasures en temas de arquitectura popular manchega.
(1) Relación de activos y pasivos que se segregan de Gas Natural SDG, S.A. y se aportan a Gas Natural Fenosa Generación, S.L.
(2) ARANDA, JR. Centrales hidroeléctricas.
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