Juan de Villanueva fue un arquitecto español, principal y mejor representante del neoclasicismo internacional en España, fue el arquitecto favorito del conde de Floridablanca durante su ministerio al frente de la Primera Secretaría de Estado.

Comienza entonces su vida profesional siendo nombrado arquitecto de la orden jerónima en el monasterio de El Escorial (1768) y es en el real sitio de San Lorenzo donde construye sus primeros edificios para el rey y la corte. Instalado definitivamente en Madrid en 1774, Juan de Villa­nueva inicia una carrera imparable de nombramientos: director de las obras de los paseos imperiales de Madrid, arquitecto del príncipe e infantes, de los reales sitios del Buen Retiro y de San Lorenzo, arquitecto mayor de Madrid y de sus fuentes y viajes de agua, arquitecto mayor del rey con ejercicio en los palacios y sitios reales, director de policía y ornato y comisario ordenador de Madrid, intendente honorario de provincia y, finalmente arquitecto mayor inspector de las obras reales de José Bonaparte.

Su obra principal se reparte, en relación con el anterior elenco de empleos y destinos, entre los reales sitios y Madrid. En los primeros proyecta y dirige la Casa de Infantes y la Casa de Ministerios en la lonja del monasterio de El Escorial. Interviene en la obra herreriana llegando a crear una nueva escalera que obliga a reformar parcialmente la composición de huecos de la fachada norte. Realiza también tres justamente famosas casas de campo: la Casita del infante don Gabriel junto a San Lorenzo, la Casita del Príncipe en El Escorial, y la Casita del Príncipe en El Pardo.

En Madrid, proyecta y dirige las obras del pabellón de invernáculos del Jardín Botánico, el Oratorio del Caballero de Gracia, su única iglesia construida, aunque dejó otras proyectadas, la galería de columnas de la fachada norte del Ayuntamiento, el edificio de la actual Academia de la Historia, el Observatorio Astronómico y, sobre todo, el edificio que posteriormente albergará el Museo del Prado, la obra que más claramente está asociada a su nombre.

Aunque el edificio del Museo del Prado puede ser considerado, en su estado actual, como una obra colectiva en la que está documentada la intervención de más de veinte arquitectos durante sus más de dos siglos de historia constructiva, su creador y arquitecto por antonomasia es Juan de Villanueva.