Los Zampullones, nacimiento en mitad de la llanura, padre de río y madre de laguna, patrimonio natural de la altiplanicie montieleña en el término de Villahermosa.

A unos 900 metros por encima de un mar al que nunca llegarán sus aguas, brota un río de las entrañas de la tierra, entre las fisuras de un banco pétreo ubicado a unos centenares de metros del cauce del Pinilla, a algo más de un kilómetro del desagüe del río en la Laguna Blanca, hija primogénita del Parque Natural de las Lagunas de Ruidera.

Nacimiento del Guadiana

Si preguntas a los lugareños donde nace el río Guadiana posiblemente no te contesten que en las fuentes del Pinilla ni en las propias Lagunas de Ruidera sino en este enigmático manantial. Esta creencia tiene su origen en que el río Pinilla durante largas épocas e incluso años transita con la más absoluta carencia de aguas y cuando regresan las ansiadas lluvias es en este manantial donde primero adquiere caudal el río. Entonces puede admirarse la afloración del agua a borbotones entre las rocas fracturadas por el paso del tiempo, la acción del río y las inclemencias meteorológicas.

Los Zampullones

El río Guadiana ostenta el misterioso y encantador privilegio de nacer en diversos lugares, aparecer y desaparecer a su antojo -cuando los hombres se lo permiten- y hasta ser más que un río.

Retornando a la cuestión, tan antigua como el propio río, del lugar del nacimiento del Guadiana es obligado comenzar con Caius Plinii Secundi, más conocido como Plinio el Viejo, ciudadano romano, empedernido viajero y erudito en multitud de ciencias que vivió en el siglo I de nuestra era y visitó la provincia Tarraconense alrededor del año 73 (2). Durante sus viajes escribió 37 libros bajo el título común de «Historia Naturalis», en el tercero de los cuales describe el río Guadiana y da noticia de su nacimiento y viajes posteriores (3).

«Éste [el río Ana], que nace en el territorio Laminitano de la España Citerior, y que tan pronto se desborda en lagunas como se estrecha en desfiladeros o se esconde del todo bajo tierra y renace gozoso varias veces, desemboca en el Océano Atlántico.»

PLINIO EL VIEJO –

Lagunazo de los Zampullones
Lagunazo de los Zampullones

Zampullones o Campoñones

A lo largo de los siglos, en distintos documentos y planos cartográficos, el manantial ha recibido diversos nombres como «Zampoñones», «Campoñones» o «Zampollones». Aún hoy, según a quien y donde se pregunte, la respuesta puede ser Zampullones o Zampuñones. ¿Y cuál es el origen de este topónimo que se pierde en la noche de los siglos?.

Algunas fuentes, todas ciertas y ninguna verdadera, descatan que se debe a la abundancia en otras épocas de zampullines, ave de pequeño tamaño que habita en lagos y estanques con tupida vegetación acuática,  en el entorno de este humedal (1).

Otras citan que a aquel rincón del río le empezaron a llamar «Compañones» por analogía fonética con el vocablo francés Compagnie, a raíz del paso por esas tierras en el año 1369 de la «Compagnie Blanche», Compañía Blanca en castellano, ejercito de mercenarios comandados por el caballero bretón Bertrand du Guesclin, camino a Montiel donde combatieron en el bando de Enrique de Trastámara.

Pozo Ponzoñón en el lagunazo de los Zampullones
El Pozo Ponzoñón

Pozo Ponzoñón

El paraje donde se encuentra la surgencia ha sido caracterizado con numerosos topónimos naturales como fuente, prado, pozo, derrame de la laguna, valle o manantial, siempre relacionados con el elemento que lo identifica: el agua. Cuando brota el manantial, como ha sucedido en este invierno de 2018, sus aguas crean un lagunazo sembrado de juncos y espadañas que se extiende hasta encontrar el cauce del río Pinilla.

Próximo al nacimiento existe una poza que el hombre excavó hace siglos para poder beber con sus gentes y ganados cuando el manantial era estéril. Este pozo ya se encuentra representado en mapas cartográficos de mediados del siglo pasado con el nombre de «Pozo Ponzoñón». Aguas arriba del manantial, un antiguo abrevadero, hoy en estado precario, nos recuerda la actividad ganadera practicada en el campo montieleño desde tiempos inmemoriales.

Los Zampullones un nacimiento del Guadiana
Agua brotando de la piedra

Testimonios historicos

El 2 de marzo de 1222, según relata Corchado (4), el rey Fernando III confirma la donación de la villa de La Ossa a Suero Tellez. Años después, en 1254, se firma un compromiso entre Gutierre Suárez, su hijo, el maestre de Santiago y Gutierre González de Quijada, conviniendo hacer un apeo del término y sus mojoneras con la orden y Alcaraz, apareciendo los «Zampoñones» como uno de los topónimos fronterizos ente ambos territorios (5).

«… que el primer mojón sea en Peña Rubia, do está el mojón de Alcaraz con Montiel e con don Guterre, … la cañada ayuso, por somo de los Zampoñones, … por somo Laguna Blanca, y sigue derecho a la carrera que va del Campiello a la Ruidera …»

Francisco Hernández (1517-1587), médico, botánico y naturalista español nacido en Puebla de Montalbán (Toledo), traduce en México al castellano por primera vez los siete volúmenes de la obra de Plinio el Viejo,  incluyendo en ella una serie de comentarios y observaciones sobre el Guadiana destacando dos nacimientos: uno en «los Campoñones» y otro en el castillo de Rocha Frida (2).

«Tiene, pues, este río [el Guadiana] su nacimiento en dos partes, ambas en término de la Osa, del Campo de Montiel. El primero, en los Campoñones y, el segundo y más principal, en el castillo que llaman de Rocha Frida … Juntados poco más abaxo de Rocha Frida, hazen una laguna que dizen la Colgada y, luego, la de Ruidera.»

HERNÁNDEZ –

Abrevadero de los Zampullones
Abrevadero de los Zampullones

«Siguiente»

Primera parte del estudio histórico «Los Zampullones, un nacimiento del Guadiana en la historia».


(1) FIDALGO, C. (2016) Evolución del espacio natural de la cabecera de las Lagunas de Ruidera siglos XVIII y XIX a partir de la cartografía.
(2) ALVAREZ, M. El origen del Guadiana desvelado tras 2.000 años de discusiones.
(3) PLINIO SEGUNDO, CAYO. (Siglo I) Historia natural. Obra completa.
(4) CORCHADO, M. (1971) Avance de un estudio geográfico histórico del Campo de Montiel. Instituto de Estudios Manchegos.
(5) A.H.N. Consejo Ordenes. Santiago. Legajo 4.479.